La comunicación con Ester, Muriel e Isaac fue super sencilla, fueron muy serviciales y complacientes. Pero lo mejor era Flandis, la furgoneta: todo fue simplemente perfecto. Aunque es una furgoneta compacta, el interior estaba muy bien pensado y era muy espacioso y nos sentimos cómodos en todo momento. No sólo nos dieron ropa de cama y toallas, sino también raquetas de tenis de playa, juegos de mesa, una sombrilla y una nevera de playa (mochila); realmente pensaron en todo y lo amueblaron con cariño. Volveríamos a reservar Flandis para nuestro viaje sin pensarlo dos veces.